martes, 24 de julio de 2012

POLLO PEKIN

 
El otro día tenía unos muslos de pollo en la nevera y. cansado de hacerlos siempre de parecida manera, decidí adaptar la receta del pato a la pequinesa a algo de andar por casa pero que resultara atractivo.

 Los chinos utilizan un tipo de melaza de arroz que yo sustituí por dos cucharadas de azúcar moreno, una cucharada de miel y una cucharadita de concentrado de carne, que diluí en dos vasos grandes de agua, en donde puse a escaldar los muslos durante un par de minutos.

 Previamente, había separado la piel de la carne y la había vuelto a sujetar, pinchándola con un palillo para que no se retrajera. Deje los muslos escurriendo sobre una rejilla.
 
 Entonces reduje el caldo hasta que adquirió consistencia de melaza y en una bandeja de horno unté con ella los muslos por todos lados.

 
 Los puse a 200º una media hora, pincelando de vez en cuando con el resto de la melaza hasta que adquirieron un tono oscuro y una textura crujiente.

 Que queréis que os diga, estaban buenísimos.

domingo, 10 de junio de 2012

EL TRUCO DE ESTA RECETA DE MI ABUELA LO APRENDÍ



 
Hoy, al abrir la nevera me he encontrado con un kilo de tomates del Mercadona que compré y que no estaban muy p´allá. Así que como Pilar había comprado unos muy buenos en el mercadillo, he decidido hacer mermelada de tomate, como la hacía mi abuela Doloretes. Mi abuela no es que fuera muy cocinanta pero en cuanto en el mercado había ñoras frescas, compraba un buen montón y hacía tres ristras, una para ella y mi abuelo, otra para mi madre y otra para mi tía Edita. (Ristras que permanecían en las respectivas galerías mientras se iban secando y duraban todo el año) Y en cuanto los tomates bajaban de precio, compraba dos capazos y hacía mermelada de tomate, que a mi, desde bien pequeño me ha encantado.

 Esta es, más o menos, su receta.



 Necesitareis:



 1 kilo de tomates maduros

 ½ kilo de azúcar

 1 palo de canela

 1 trozo grande de corteza de limón (solo lo amarillo)





 Como hacerlo:



 Hacer un corte en cruz en la base de los tomates, escaldarlos un minuto en agua hirviendo y enfriarlos en agua con hielo.




 
Pelarlos, quitarles el pezón y cortarlos en trozos.




 
 Ponerlos a cocer a fuego lento hasta que se deshaga casi todo el tomate.








 
 Añadir el azúcar, la canela y la corteza de limón, remover, subir el fuego hasta que empieza a hervir y luego bajarlo.



 Cocer a fuego lento, removiendo de cuando en cuando hasta que se consuma y al pasar el cucharón se vea el fondo de la olla.





 
 Templar con agua caliente unos botes de cristal, escurrirlos y llenarlos con la mermelada. Cuando estén templados, taparlos y dejar enfriar.






Esta mermelada va muy bien con pates y quesos tipo Brié y Camembert

jueves, 31 de mayo de 2012

EL SACAHUESOS



 Me compré un prensa ajos para la cocina y un día (varios meses despues) me di cuenta que tenía un añadido para sacar huesos de oliva o de cereza. Anda que me fijo yo en las cosas....

miércoles, 23 de mayo de 2012

LOS SÁBADOS RUSTIDERA.



 Por una vez, y sin que sirva de precedente, este es un plato que nos gusta a toda la familia. El pollo en rustidera (o en tartera como dice mi chica). Sencillo como el asa de un cubo y que admite todo tipo de guarniciones. Patatas, tomates, calabacines, champiñones, batatas, berenjenas, alcachofas, etc.… En casa solemos hacerlo con cuartos traseros que son más jugosos y le añado un vaso de agua con media cucharadita de Bovril que le da un punto muy rico.
 El de la foto, que improvisé con lo único que me quedaba en el Frigo (unos champiñones) lo hice con limón y romero y quedó de lujo.

 Necesitareis:

 1 cuarto trasero por persona
 Patatas y verduras al gusto (calcular 2 patatas pequeñas, 1 tomate y 3 ó 4 champiñones por barba)
 Sal, pimienta y especias
 1 vaso grande de agua
 Aceite

 Como hacerlo:

 Poner en la bandeja del horno el pollo salpimentado, las patatas peladas y partidas en dos, los tomates partidos, los champis enteros, etc… Salpimentar y aderezar con especias las verduras, echar un chorro generoso de aceite por encima, echar por un lado el agua (procurando que no s e lleve el aliño) y meter al horno a 180º unos 35 ó 40 minutos.

   Sacar y comer.
.

lunes, 21 de mayo de 2012

PRUEBA DE VIDA

ESTA ES UNA PRUEBA PARA COMPROBAR SI PUEDO, A TRAVES DE UN ACCESO PIRATA, SUBIR RECETAS AL BLOG.

jueves, 10 de mayo de 2012

MERMELADA A “LA VIDA EN EL CAMPO”




 Muchos de los que pasamos de los 50 y en algún momento de nuestra progre juventud, quisimos huir de la gran ciudad y buscar una vida más sencilla y tranquila, seguro que tuvimos en nuestras manos un libro que allá por los finales de los 70 y principios de los 80 se convirtió en la biblia de los entonces nos considerábamos rojos y alternativos, (los otros, los del Lacoste, estaban entonces estudiando mucho para hacerse con el poder y  conseguir en la actualidad hundir el estado del bienestar y a la clase trabajadora).
 Ese libro, que seguro aun tienen muchos cogiendo polvo en la estantería, era ni más ni menos que “La guía Práctica Ilustrada Para La Vida En El Campo” de John Seymour. Un volumen que de un modo enciclopédico te daba las pautas para vivir en el campo de un modo autosuficiente con lo que daba una granja. El libro en si es una pequeña joya, con unos preciosos dibujos y muy bien estructurado, que te explica de un modo didáctico, desde como desbrozar un terreno, hasta como producir conservas, chutneys, mermeladas y productos artesanos y así sacar algo de dinero en efectivo que te pueda complementar la economía.
 Estoy seguro de que muchos pos-hippies urbanitas de los 80 se lanzaron a intentar la utopía de la autosuficiencia campesina, siguiendo las divinas enseñanzas de ese ingles calvo y de enormes patillas que aparecía en los dibujos, ejecutando toda suerte de labores, desde arar un campo a esquilar una oveja. Posiblemente fueron muchos los llamados y muy pocos los elegidos y aunque estoy seguro que en muchos lugares de España hay hoy en día, gente que consiguió vivir del campo de un modo autosuficiente y que treinta y pico años después siguen haciéndolo, la gran mayoría de soñadores urbanitas volvieron cabizbajos, al cabo de unos años a la ciudad, se buscaron algo menos trabajoso, se conformaron con tener en el balcón macetas con plantas aromáticas y de vez en cuando, para conjurar la morriña por los años pasados y la juventud perdida, en esas tardes lluviosas de otoño, sacan el libro de la estantería y, en la quietud de la cocina deciden elaborar alguna mermelada que endulce los recuerdos en que todo era más sencillo y el horizonte aun ofrecía un futuro mas allá de las montañas.

 Mermelada de zanahoria, naranja y limón.
 Necesitareis:
 6 zanahorias grandecitas
 1 naranja grande
 1 limón
 1 litro de agua
½ kilo de azúcar (mitad moreno mitad blanca)






Como hacerlo:
 Pelar y rallar la zanahoria. Lavar bien el limón y la naranja, cortarlos por la mitad y luego en rodajas finitas.
 Ponerlo todo en una olla con el litro de agua. Cuando empiece a hervir, bajar el fuego y cocer 30 minutos.



Añadir el azúcar y cuando se haya disuelto bien, subir el fuego y cocer, unos 20 o 25 minutos, removiendo para que no se pegue, hasta que al pasar el cucharon (que debe ser de madera) se vea el fondo de la olla.



 Lavar unos tarros de vidrio y llenarlos de agua caliente para que se templen. Vaciarlos, escurrirlos un poco y llenarlos con la mermelada.
 Poner las tapas y girarlas un poquito. Cuando podáis coger el tarro con las manos, cerrar del todo las tapas y dejar enfriar.







Si se van a guardar mucho tiempo sería conveniente esterilizarlos, pero así como están, si los guardáis en el frigo sin abrir, os aguantan dos o tres meses sin problemas.

viernes, 4 de mayo de 2012

¿LE HAGO UNA TORTILLITAAAAA?



Esa era la frase central de la trama del corto “Aquel Ritmillo” de Guillermo Fesser, una frikada divertidísima que nadie debía de perderse, con la que trataba de ganarse al protagonista. A lo que este contestaba, no me quedo más remedio que decirle… ¿con cebollita?
 Pues esta es mi tortillita, de patata… con cebollita. La tortilla es como las opiniones… cada uno tiene la suya.

 Necesitareis:
 4 patatas.
 1 cebolla.
 4 huevos.
 Aceite para freír.
 Sal.




  Como hacerlo:
Pelar las patatas y la cebolla.




Cortar la patata en lascas y la cebolla en cuadraditos. Salarlas.






 Freírlas juntas en abundante aceite a fuego lento hasta que estén blanditas.





  Sacarlas a un plato y escurrir bien el aceite. Batir los huevos con una pizca de sal y mezclar la patata y la cebolla en un cuenco.






 Poner la mezcla en la sartén bien caliente y dejar cuajar. Dar la vuelta con ayuda de un plato y cuajar por el otro lado.
 El punto de cuajado depende del comensal.