miércoles, 23 de noviembre de 2011



LUBINA AL HORNO
(UN PLAN SENCILLO)
No hago más que oír a gourmets de chichinabo y gastrónomos de medio pelo echar pestes de todo lo que huela a piscifactoría. Que si no sabe a nada, que si está reseco, que si patatín, que si patatán. ¡Gaitas! Yo mismo se la he metido doblada a más de un morro fino con ínfulas de “conoisseur” con arroz de morralla del Mercadona, gambones descongelados y lenguado cultivado con pienso. Si a las cosas sabes darles el punto adecuado y trabajártelas consigues resultados, no diré que iguales que con materias de primera pero sí muy presentables y honestos que no está la fiesta para derrochar pólvora a diario.
 Hoy sin ir más lejos he comprado una lubina en Mercadona que tenía una pinta muy buena. Engordada con pienso, si, pero con una carne prieta y tersa, de la que he sacado dos buenos filetes y un par de ventrescas que se deshacían en la boca.
 Las he hecho 12 minutos escasos al horno y nos las hemos zampado ni más a gusto, con los ya famosos espárragos de los andes, unos ajitos tiernos y unas judías verdes que tenía cocidas de ayer, todo salteadito en la sartén.



 Necesitareis:

 1 lubina de ración.
 1 manojo de ajos tiernos.
 ½ manojo de espárragos
 Un puñado de judías verdes ya cocidas
 Aceite de oliva virgen extra
 Sal y pimienta



Como hacerlo:

 Más sencillo que el mecanismo de un botijo. Precalentar el horno a 200º unos 10 minutos.
 Sacarle los filetes a la lubina, (o pedir que lo haga el pescadero que pa eso está)
 Aceitar una bandeja de horno, salpimentar y aceitar los filetes, ponerlos en la bandeja y hornear 12 minutos.



 Trocear los espárragos y los ajos y saltearlos en aceite con una pizca de sal.



Cuando estén casi hechos añadir las judías y darle unos meneos para que se doren.
 Servir en el plato a gusto del comensal.





2 comentarios:

  1. A mí la lubina me encanta y está tiene muy buena pinta.
    Por lo que se refiere al tema de reconocer si es de piscifactoría o no, a no ser que tengas el pico muy fino, que no es mi caso. Efectivamente si te la quieren meter doblada te la meten y ni te enteras.
    Así que cuando vas a un restaurans y te dicen que la lubina es salvaje, lo menos que puedes hacer es reirte y pensar que sí, Lubina del Salvaje Oeste y salvaje el precio.
    Y en cuanto a los Esparrágos del Machu Pichu, pues viajaran más que el baúl de la Piquer.

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