lunes, 2 de abril de 2012

LIVING LA PIZZA LOCA.



Ayer comí solo y en pijama y decidí marcarme una pizza casera, de esas que no tienen nada que ver con lo que venden envasado en los supermercados.
 Una masa crujiente y ligera, tomate frito de verdad, unos  buenos ingredientes a voluntad del cocinero y  un vinito para acompañar y estas en la gloria.

 Necesitareis (para 1):

Para la masa:

 1 vaso de harina
 ½ vaso de agua tibia
 3 grs. De levadura prensada (como la uña de un pulgar)
 1 chorrito de aceite
 Sal

 Para el relleno:

 1 tomate rallado
 1 diente de ajo
 1 cebolleta
 1 loncha de lacón
 1 loncha de serrano
 Queso rallado para cubrir la masa
 Aceite de oliva
 Sal
 Orégano








Como hacerlo:

 Poner la harina y una pizca de sal en un cuenco. Diluir la levadura en el agua tibia y añadir a la harina y mezclar hasta que se haga una bola. Amasar bien sobre la encimera añadiendo un chorrito de aceite. Poner en el cuenco, tapar con un paño y dejar reposar media hora en un sitio cálido.









Mientras tanto poner aceite en una sartén y añadir el ajo prensado.







Volcar el tomate y sofreírlo, añadiendo sal, una pizca de azúcar y orégano.






Extender la masa bien fina (a mi me salió cuadrada, no preguntéis por que) ponerla sobre la rejilla del horno.






  Verter el tomate frito y repartirlo bien






 Poner la cebolla en crudo.






 Extender El queso rallado






Poner el lacón cortado en cuadraditos






 Poner el serrano a trozos, echar pimienta y orégano y un chorrito de aceite del bueno






Meter al horno a 150º unos diez minutos y luego gratinar unos tres minutos más.

 Y… ¡a la mesa!












Los restos del naufragio.