Hacían unas tapas estupendas y unos platos
combinados que quitaban el hipo de lo grandes y ricos que eran y para más INRI
hacían un postre que se llamaba “San Valentín” en el que en una enorme copa de
metal frío te ponían una bola de helado de chocolate, una de vainilla y una de
nata. Profiteroles de crema, chocolate fundido y nueces caramelizadas. Una
auténtica bomba calórica que ríete tú de la que le preparaban a Homer Simpson.
Una de las cosas que me gustaba tomar de
primero era la ensaladilla de pescado. Nunca he vuelto a probar una igual. Era
sencilla, llevaba solo merluza, gambas, lechuga en juliana y mayonesa pero tal
vez por que los productos eran frescos, recién traídos del cercano mercado
central, tal vez por que la mayonesa era casera (en aquel tiempo no había
prohibición de usarla en los bares) el caso es que era una verdadera delicia
para el paladar.
Luego te zampabas un súper plato de filete con
patatas y verduras y la copa San Valentín (compartida por que si no no había
quien pudiera con ella) y salías de allí como el Marahá de Kapurtala.
Hoy he querido hacerle un
humilde homenaje a aquella ensaladilla de mi infancia que tan buenos recuerdos
me trae.
Necesitareis:
1 cogollo de Tudela
3 cucharadas soperas de mayonesa
1 cucharadita de Ketchup
5 gotas de salsa Worcester
1 cucharada de yogur
1 chorrito de leche
Sal
(Para el caldo)
1 puerro
1 zanahoria
1 chorro de leche
Sal
Agua
Como hacerlo:
Cortar el cogollo en juliana fina y mezclar con el pescado y las gambas
Mezclar la mayonesa con el Ketchup,
la salsa Worcester, el yogur y un poco de leche para aligerarla. Batir bien y
verter sobre la ensaladilla.
Remover bien y rectificar de
sal si es preciso.
Acompañar con unos colines.