Hoy, al abrir la nevera me he encontrado con un kilo de
tomates del Mercadona que compré y que no estaban muy p´allá. Así que como
Pilar había comprado unos muy buenos en el mercadillo, he decidido hacer
mermelada de tomate, como la hacía mi abuela Doloretes. Mi abuela no es que
fuera muy cocinanta pero en cuanto en el mercado había ñoras frescas, compraba
un buen montón y hacía tres ristras, una para ella y mi abuelo, otra para mi
madre y otra para mi tía Edita. (Ristras que permanecían en las respectivas galerías
mientras se iban secando y duraban todo el año) Y en cuanto los tomates bajaban
de precio, compraba dos capazos y hacía mermelada de tomate, que a mi, desde
bien pequeño me ha encantado.
Esta es, más o menos,
su receta.
Necesitareis:
1 kilo de tomates
maduros
½ kilo de azúcar
1 palo de canela
1 trozo grande de
corteza de limón (solo lo amarillo)
Como hacerlo:
Hacer un corte en
cruz en la base de los tomates, escaldarlos un minuto en agua hirviendo y
enfriarlos en agua con hielo.
Pelarlos, quitarles el pezón y cortarlos en trozos.
Ponerlos a cocer a
fuego lento hasta que se deshaga casi todo el tomate.
Añadir el azúcar, la
canela y la corteza de limón, remover, subir el fuego hasta que empieza a
hervir y luego bajarlo.
Cocer a fuego lento,
removiendo de cuando en cuando hasta que se consuma y al pasar el cucharón se
vea el fondo de la olla.
Templar con agua
caliente unos botes de cristal, escurrirlos y llenarlos con la mermelada. Cuando
estén templados, taparlos y dejar enfriar.
Esta mermelada va muy bien con pates y quesos tipo Brié y Camembert
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