Del pollo que despiecé el otro día me quedaban las dos
pechugas enteras. Después de dar vueltas por la cocina encontré dos manzanas Golden,
solas en el frutero y me dije “compota”. La mitad la comimos de acompañamiento
con una de las pechugas en filetes a la plancha, ensalada y patatas fritas en
taquitos con piel, que me encantan. Así que aproveché la otra mitad para
rellenar la pechuga restante, con unos champiñones en laminas para que le
dieran un poco de jugosidad. La hice en papillote por que si no la pechuga se
seca mucho en el horno y al final le di un golpe de gratinado.
Necesitareis:
Para la compota;
2 manzanas Golden
1 cucharada de azúcar moreno
½ vasito de agua
Un golpe de canela
1 cucharada de piñones
Para el pollo:
Una pechuga de pollo (a ser
posible con la piel)
4 champiñones
La compota
Aceite
Sal
Pimienta
Hierbas
Como hacerlo:
Para la compota,
pelar y rallar las manzanas, añadirle los demás ingredientes y cocer a fuego
bajo hasta que esté hecha.
Abrir la pechuga a lo
ancho e ir desplegándola hasta que quede bien abierta.
Extender la compota
por encima.
Cubrirla con los
champiñones laminados, salpimentar, poner las hierbas y un chorrito de aceite.
Enrollarla bien y envolverla en una hoja de papel de
aluminio, procurando que quede bien hermética.
Cocer en el horno a 150º durante 25 minutos.
Retirar el envoltorio
y gratinar otros 5 minutos.
Cortar en lonchas y
servir al gusto. ( yo lo acompañé de unas verduras al vapor)
Qué cositas más ricas haces!
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