Compañer@s trabajador@s de la administración:
A ninguno de nosotr@s nos es ajena la agresión que nuestro colectivo viene padeciendo desde hace muchos años. A una larga temporada de sueldos congelados se vino a unir el primer hachazo con la reducción drástica de nuestro salario a manos del gobierno de Zapatero. Tras esas medidas, que algunos bien pensantes quisieron interpretar como solidarias, y que se presentaron como la única solución –temporal- a las carencias económicas de la administración, llegamos al gobierno Popular, que con sus recortes indiscriminados, en salarios, en plazas y en servicios al ciudadano, han dejado a la altura del betún la masacre anterior. Al mismo tiempo, y en una cadencia temporal que muy bien podría estar perfectamente organizada, también desde hace unos años, venimos sufriendo una campaña de menosprecio a nuestro trabajo, de calumnias acerca del mismo, de medias verdades y de mentiras, que nos están presentando frente al resto de los ciudadanos como un grupo de privilegiados, vagos e incompetentes, unas rémoras que estamos impidiendo la recuperación económica del país.
No hace muchos días, los grandes cerebros del FMI y el Banco de España (esos mismos que aconsejan recortar siempre del mismo lado, a las mismas personas, esos que un día antes del estallido de la crisis ni siquiera sospechaban que ésta se pudiera producir) empiezan a comentar que tal vez con tanto recorte se retraiga el consumo, y no pueda arrancar la economía del país.
Estos dos hechos, aparentemente inconexos, van a tener como consecuencia que la culpa de que estas recetas, aplicadas desde hace tiempo, impliquen un insoportable incremento del paro, acabaremos por tenerla nosotros, y no los verdaderos culpables, que son quienes las proponen y aplican.
Bien, compañeros, con estos antecedentes, y estos razonamientos de los únicos gurús a los que los mandatarios y líderes de opinión escuchan, no sería raro que acabaran por acusarnos a nosotros de desacelerar la recuperación del país, puesto que, aunque mermados económicamente, bien es cierto que estamos “estigmatizados” por el sambenito de tener el privilegio de mantener nuestro trabajo.
Por tanto, os queremos proponer lo siguiente. En la medida de lo que cada un@ de nosotr@s pueda, consumamos, pero hagámoslo de un modo “creativo”. Intentemos pensar con detenimiento a quién favorecemos con cada compra que hacemos. Nuestra propuesta consiste en comprar siempre que se pueda en los pequeños comercios, negocios y empresas. Es posible que la compra sea un poquito más cara. Pensemos que esos pocos euros que ahorramos consumiendo en grandes empresas se detraen, en parte, de las condiciones laborales de sus trabajadores, de las inversiones (más o menos limpias) de esas empresas, de la explotación indiscriminada de la agricultura, la pesca y la ganadería…pensemos que los dueños de muchas de esas empresas no dejan de presionar a los gobiernos para que nos recorten, aun más si cabe, salarios y prestaciones. Y pensemos también en el colectivo al que –en cierto modo- ayudaríamos. Los autónomos y pequeños empresarios son el patito feo de nuestra sociedad. La patronal los pone por delante en sus negociaciones, puesto que efectivamente son los más desfavorecidos, pero se olvidan de ellos en sus reivindicaciones, que pasan siempre por pedir peores condiciones laborales para los trabajadores. Estas peticiones en nada favorecen al pequeño comerciante, al autónomo, al pequeño empresario que ve como le pisotean los mismos que dicen defenderlos, haciéndoles competencia desleal, presionando a la baja con precios inasumibles, imponiendo horarios que ellos no pueden seguir.
Nada podrían decirnos, pues, acerca de nuestro consumo. Nuestros conciudadanos, que lo están pasando tan mal o peor que nosotros, se verían favorecidos, y aquellos que dicen defenderlos no podrían decir nada, pues eso es lo que haríamos: defender lo que ellos afirman defender.
Si estás de acuerdo con nosotros:
· Procura consumir siempre que puedas en los comercios de tu ciudad, los tienes cerca de ti, y aunque gastes algo más, piensa que lo estas invirtiendo en calidad de vida para todos. Reactivar la economía es eso. No estarás subvencionando a personas que luego te insultan abiertamente, como el dueño de la cadena Mango, por ejemplo, o el Sr. Dominguez, entre otros. Los beneficios de estas cadenas mantienen a estos señores en una posición de privilegio desde la que nos pueden hacer mucho daño a toda la ciudadanía.
· Si no te queda más remedio que acudir a una gran empresa o comercio, intenta averiguar cuales de ellas tienen mejores condiciones laborales, cuales explotan menos el medio ambiente, cuales pertenecen o no a grupos de presión. Intenta cribar, no solo con el precio, porque cualquier euro que ahorres hoy, puede ser pan para hoy y hambre para mañana.
· Procura pagar siempre en efectivo. Sobre todo en el pequeño comercio. Consigues así dos cosas, que el comerciante no tenga que pagar por esa venta, y que el Banco deje de ganar dinero con operaciones a crédito, por las que nos cobran intereses que superan la usura.
· Plantéate cambiar de Banco, a otros que no inviertan en asuntos “sucios” como especular con alimentos, presionar con la deuda a tu propio país, invertir en armas…la banca ética puede ser una opción, pero no es la única, infórmate, porque no toda la banca es igual. Si eres cliente de un Banco cuyos dirigentes aconsejan que te recorten aun más prestaciones sociales o laborales, plantéate recortarles tú a ellos sus beneficios.
En nuestras manos está. Podemos conseguirlo. Podemos poner nuestro pequeño grano de arena, humilde, pero creativo, social y solidario.
HAZ DEL CAPITALISMO TU CLIENTE.
Bravo! Todo lo que dices es aún vigente
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