Siguiendo con mi línea de que pa cabezota yo, me compré en el LIDL el otro día una panificadora eléctrica. Según las instrucciones de uso el pan sale siempre, pero no, no sale, no siempre.
El otro día traté de hacer un pan blanco normal y me quedo tan recio y denso, que ni tostándolo se podía comer.
Como soy hombre de recursos y me daba pena tirar el pan casi entero, me paré a pensar y decidí hacer unas torrijas, que gustan a toda mi familia y sirven para aprovechar el pan más infame.
Necesitareis:
Pan viejo o mal hecho como en este caso.
Leche
Huevos
Canela en rama
Azúcar
Corteza de limón
Canela en polvo
Aceite limpio para freír
Como hacerlo:
Poner a cocer la leche con 2 cucharadas de azúcar, el palo de canela y la corteza de limón. Cuando arranque a hervir, apagarlo y dejar templar.
Cortar el pan en lonchas, mojarlas en la leche generosamente, escurrirlas y reservarlas.
Batir un par de huevos, pasar por ellos el pan mojado en leche y poner a freir en el aceite bien caliente.
Sacarlas y ponerlas sobre papel absorbente. Por último, espolvorearlas con una mezcla de azúcar y canela en polvo.
Hola Alvaro, pues tu receta me viene al pelo porque precisamente ayer intenté hacer unos bollitos para hamburguesa, ya los publicaré.
ResponderEliminarAparentemente tienen una pinta de profesional, pero no hay ni Dios que los coma. Duros como piedras y además la harina tenía dentro pipas de calabaza. Es que en Polonia le encanta meter al pan todo tipo de frutos secos.
El único problema que veo a tu receta, es que queremos empezar con la operación bikini y en fin... Pero las torrijas me encantan
Así que al final se lo voy a acabar dando a unos patinos que tampoco me gusta tirar la comida.
Es lo que tiene el pan, que si no queda para comer tal cual, siempre se le encuentra un apaño.
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