Hoy, enardecido por los buenos resultados conseguidos en la
preparación de las conservas de tomate, me he decidido a complementar la futura
ensalada murciana con el envasado de bonito, que últimamente en el mercado lo
están trayendo muy bien de precio
He comprado un trozo
que tenía muy buena pinta que pesaba algo más de 2 kilos y como soy muy
pejigueras para mis cosas le he dicho a la pescadera que me lo dejara entero,
tal cual, que ya me lo arreglaba yo. Me gusta despiezar los bichos y así además
aprendo, que nunca se sabe donde va uno a acabar trabajando.
Al abrir el trozo por
la mitad, tenía parte de las vísceras y al separarlas, ¡Oh sorpresa!, dos
preciosas huevas, frescas y rozagantes, que he puesto en sal con un peso encima
y cuyos resultados relataré en posteriores entradas.
Hoy quiero hablar del
plato que he preparado con los recortes que me han sobrado de limpiar los lomos
para embotarlos. Esos trozos pegados a la espina, oscuros de sangre, poco
vistosos pero riquísimos y melosos como pocos. Así que he decidido marcarme un
tartar de bonito de la parte el hueso que estaba de escándalo.
En primer lugar hay
que picar el pescado a cuchillo para dejarlo picadito pero que se noten los
trocitos.
En un bol, poner una
yema de huevo.
Añadir unas gotas de salsa Lea & Perrins.
Unas gotas de salsa
picante.
Una cucharadita de
mostaza de Dijón.
Cebollita picada.
Sal y pimienta.
Mezclarlo bien para que emulsione y se mezclen los sabores.
Añadir el pescado,
remover bien y dejar en el Frigo unos 15 minutos.
En el plato, poner un
aro de moldear, rellenarlo y acompañarlo con una ensalada y, como en este caso,
un trozo de ventresca que me había sobrado hecha a la plancha.
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