Último capítulo del aprovechamiento del cocido con una salsa a la que le da su gracia el suculento caldo del puchero. Aderezando un producto que en esta casa de poco comedores me sale a cuenta. Los filetes de pechuga de pavo. Salen jugosos y se comen enteros, no tienen desperdicio.
Necesitareis:
5 ò 6 filetes de pavo.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
2 vasos de caldo del cocido.
1 vasito de vino blanco.
1 chorrito de salsa de soja (opcional).
3 ó 4 cucharadas de aceite de oliva.
Sal y pimienta.
Salpimentar los filetes y ponerlos en un cuenco grande.
Picar la cebolla fina, añadirla al cuenco.
Echar el vaso de vino y el caldo y dejarlo macerando en la nevera un par de horas.
Sacar los filetes, escurrirlos y ponerlos aparte.
En una sartén dorar en el aceite un par de ajos picados.
Echar la cebolla y pocharla hasta que esté blandita.
Añadir (si se desea) la salsa de soja y remover hasta que ligue.
Añadir el caldo y subir el fuego hasta que reduzca a la mitad.
Pasadlo por la batidora y reducir un poco más, (que quede espesito).
En una sartén grande dorar los filetes vuelta y vuelta.
Volcar la salsa por encima, tapar y dejar hacer chup-chup unos 5 minutos.
MUY RICO, OIGA.
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