Hoy he subido con mi hijo al castillo de Santa Barbara para dar una vuelta y una de las dos tapeneras que hay estaba rellenita de tápenas que daba gusto verla, así que he hecho un buen arreplegue.
Al llegar a casa las he puesto a escaldar en agua con un buen puñado de sal un par de minutos. Después las he enfriado bajo el grifo y las he puesto en un tarro.
Luego he cubierto las tápenas con vinagre de vino y un chorrito de vinagre de Jerez.
Luego he acabado de llenar el tarro con agua y lo he metido en el frigorífico
Dentro de un par de días podré disfrutar de un buen aperitivo.
SALUD.
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